El amor es algo que todos quieres, pero pocos llegan a conseguirlo.

Sí, yo intento conseguirlo, pero así es de la única manera en la que puedes alejar esta posibilidad. Si dejo de desearlo, será menos probable aún que lo consiga. ¿Cómo podré llegar a que alguien me ame? y, ¿Qué se enamore de mi la persona a la que amo?

sábado, 28 de enero de 2012

Capítulo 2: Como odio los aviones

-Señores pasajeros, atense el cinturón de seguridad, vamos a aterrizar- como odio los aviones, son terriblemente peligrosos y enormes-. ¿Alguna duda?
-Perdón, mi mamá lleva en el baño desde que dijiste que nos podiamos desabrochar y no ha vuelto- dijo un niño pequeño gordito.
-¡Oh! La voy a buscar, ¿Vale?
-Gracias, señorita.


Algo no iba bien, eso se notaba, aquel niño sabía que su madre no estaba sana, se le veía en los ojos...


-¡Aaaaaaaaaaaaaaaaaah!- gritó la azafata
-Señorita, ¿Qué pasa está mi mami ahí?
-Eh...- en ese momento cogió un telefonillo y llamó a otra azafata.
-Hola niñito, ¿Qué pasa?-  dijo la azafata número dos, la acabada de llegar.
-No lo sé. La otra señorita no me lo dijo.
-Voy a preguntarle, ¿Vale?
-¡Vale!- 

La azafata número uno era alta, llevaba el pelo largo y rubio atado en una coleta alta y era de tez morena, pero ahora estaba blanca como la nieve.
La número dos también era alta, pero su pelo, del mismo largo y color que el de la número uno, estaba suelto. Ella también era de tez morena pero cuando llegó al lado de la otra se cambió, primero a un verde muy suave, y después a un blanco blanquísimo.

-Niña- me estaba señalando a mi, ya que era la que más cerca estaba de ella-, ¿Me haces un favor?
-¡Claro! ¿Qué necesita?
-Coge al niño, y sientate a su lado, cuando lleguemos ve a la policía y di que busquen a su padre, o a cualquier familiar suyo. Por favor.
-Claro, pero... ¿Qué ha pasado?
-Si quieres verlo allá tú. Ven por aquí.
Me levanté y me fui hasta donde me indicaba ella. El baño, ahora rojo en vez de blanco, estaba lleno de pintadas echas en color negro que decían:


Zoe Fernández, te he encontrado, y sabes que no te dejaré marchar tan facilmente como la otra vez.



-Cariño, ¿Qué te pasa?- me preguntó la azafata número uno
-Zo...zo...Zoe... Fe....fe...Fernández... soy... yo...
-¡Cariño! ¿Sabes quien puede haber escrito esto?
-N...no...



En realidad, si lo sabía.


Como odio los aviones.




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